domingo, 3 de mayo de 2015

Encontré el libro en el cajón equivocado

Hace 4 años en la soledad de mi alcoba, me ponía a revisar viejos libros de mi hermana, que ya no vivía en mi casa. Buscaba el tesoro perdido en esa caja vieja y polvorienta. De cuando en cuando, estornudaba, porque el polvillo entraba por mis fosas nasales. Esa sensación de picazón con desesperación por respirar me resultaba agradable, por más raro que pareciera. Entre esos libros encontré 'el hombre mas rico del mundo', 'conversación en la catedral' y 'Sheccid'. Opté por leer el ultimo. Tal vez porque la portada de aquél libro, llamaba más mi atención. En el transcurso que leía, entendí que lo mio era leer. No había noche que no leyera un capítulo más de Sheccid. De rato en rato, me sentía identificado. Sonreía y sentía que estaba en mi momento nostálgico. No lo sé. A veces, creo que los seres humanos somos dulcemente sentimentales. Sin embargo, a menudo solemos ocultarlo para no ser la burla del resto. Yo lo hacía. Siempre quería mostrar fuerza en vez de  debilidad. Pensaba en los documentales que veía cuando tenía 7 años: Los machos alfa siempre eran los más agresivos y nunca mostraban inferioridad. Ese quería ser yo. Cuando peleaba de igual a igual en la escuela con otro niño más grande que yo solía decirle: que mi tamaño no te confunda, puedo ser igual de malo e inclusive peor. De momento, mi retador no me creía. Se burlaba de mi. No obstante, luego de recibir tres golpes, comprendía que el tamaño no importa. Y así fue. Nunca me sentí menos o más ante alguien con mas peso o mas estatura que yo. La vida para mi es más que superficialidad. Apariencia. Yo la veo más real y más espiritual. Tu nivel de sabiduría puede ser medida con lo rico que puede ser tu espíritu. Sentía que me había obsesionado con saber el final del libro que había encontrado días atrás en la caja vieja y sucia. Alguna vez se me ocurrió leer el final, pero...Luego comprendía que si lo hacía no sabría que es de lo que me perdería. Así que leí todo y vi la vida de diferente modo. De alguna u otra manera, esa era la intención de la lectura. Esta es una pequeña carta que saqué del texto que leía. La carta de amor de un chico hacia una chica 'imposible'.




He comprendido que formas parte de mí.
Sé que tal vez nunca estarás tangible a mi lado, pero también sé que nunca te irás. Eres el aire, el cielo, el agua, eres la sed de cariño que el Creador sembró en mi corazón, eres la definición del amor, aunque jamás haya podido definirse ni pueda hacerse nunca: definir es limitar y el amor no tiene límites. La fuerza motivadora de tu esencia me ha transformado en una persona distinta. Cuando vea una golondrina cobijándose de la lluvia entre el ramal de la bugambilia te veré a ti, cuando presencie una puesta de sol te recordaré, cuando mire las gotas del rocío deslizándose en mi ventana te estaré mirando a ti. No podrás irte nunca. No te dejaré.
 Eres mi novia eternamente. Eres la fuerza de mi juventud... Todo lo que brote de mi pluma habrá tenido tu origen. Y daré gracias a Dios por eso.